Capilla de la Hermandad

Situada a los pies de la nave de la epístola, nada más acceder al templo, la capilla donde actualmente se veneran a los Titulares de la Hermandad de la Expiración es fruto de las profundas actuaciones a las que, por iniciativa del Padre Antonio Pueyo, sometieron el arquitecto Adolfo Castiñeyra y el escultor Mateo Inurria, a fines del siglo XIX y principios del XX, al entonces abandonado templo de San Pablo y es, también, una de las más llamativas y peculiares de esas intervenciones.

No existen referencias claras de cómo era esta capilla en la época conventual de la iglesia, aunque al parecer era la documentada a partir de 1484 como Capilla de los Hoces y estaba dedicada a la Virgen del Pilar; era también uno de los numerosos espacios funerarios que fueron incorporándose con los siglos al viejo convento dominico. También parece que la capilla se llegó a prolongar hasta lo que hoy es la sala de juntas de la Cofradía, dónde se ubicaba un retablo en el que se veneraba una imagen de la Virgen del Rosario conocida como “la Niña del Padre Posadas”, de especial devoción para este Beato cordobés y que fue la que presidió el Altar Mayor del hospicio dominico situado en la Puerta del Rincón; cada segundo domingo de octubre era llevada en procesión por el Padre Posadas hasta San Pablo, dónde finalmente se quedaría.

Al limpiar los muros de la capilla los citados restauradores encontraron tres vanos polilobulados de arista muerta con celosías  y decoración con lacería y alfices de época mudéjar, que les dieron pie a redecorar todo el espacio con impronta neomudéjar, siguiendo la corriente historicista del momento, imitando las yeserías de la Capilla Real de la Catedral de Córdoba, señero ejemplo del estilo mudéjar en la ciudad.

Un gran arco de herradura, soportado por pares de columnas con capiteles califales de acarreo, da acceso a la capilla que presenta planta rectangular, con zócalo de azulejería y yeserías que cubren todo el muro, cubriéndose con un artesonado decorado con caracteres góticos. Un gran arco polilobulado, enmarcado por alfiz, cobija al titular de la Hermandad, el Santísimo Cristo de la Expiración junto a Ntra. Sra. del Silencio, flanqueado por dos arcos menores que enmarcan tablas de los cuatro Evangelistas ejecutadas por Rafael Díaz Peno. Otro gran arco, apuntado y también enmarcado por alfiz, da paso a las dependencias de la Hermandad; frontero a él reluce la otra titular de la Cofradía, Ntra. Sra. del Rosario en sus Misterios Dolorosos Coronada.